Una empresa marbellí de publicidad contrató con la concejal de Turismo de Santa Brígida la instalación de dos paneles sin concurso público
publicado en: www.eldigitaldecanarias.com
Santa Brígida es una caja de sorpresas. Nunca un pueblo de 18.000 habitantes ha dado tanto de sí en esta legislatura agónica que llevan como pueden Lucas Bravo de Laguna que se ve a sí mismo como Gallardón pero con todos sus defectos, osea Brisan-Guateque, pero ninguna de sus virtudes, Soria ni siquiera lo tiene en cuenta para la campaña de las generales, bastante tiene con que el juez no suelte el sumario y Los Verdes de Bosch y Ramírez, que ahora acaban de firmar su sentencia al dinamitar la unidad con su más que desquiciado líder Arturo Méndez.
Santa Brígida es una caja de sorpresas. Nunca un pueblo de 18.000 habitantes ha dado tanto de sí en esta legislatura agónica que llevan como pueden Lucas Bravo de Laguna que se ve a sí mismo como Gallardón pero con todos sus defectos, osea Brisan-Guateque, pero ninguna de sus virtudes, Soria ni siquiera lo tiene en cuenta para la campaña de las generales, bastante tiene con que el juez no suelte el sumario y Los Verdes de Bosch y Ramírez, que ahora acaban de firmar su sentencia al dinamitar la unidad con su más que desquiciado líder Arturo Méndez.
La última tiene que ver con una empresa de publicidad llamada Cali-Gráfica Palladio España SL con sede en Marbella, la cual ha colocado dos paneles de cobre con slogans informativos y plano de la ciudad. Uno de ellos está en la carretera general delante de la Casa del Vino y el otro en la calle peatonal Tenderete. Todo normal, la empresa que desplazó a un comercial al pueblo grancanario ofrecía dos placas de 13 por 35 cms al módico precio de 1.950 euros al mes. Las empresas a las que visitaba este trabajador de esta empresa cuando pedían más detalles se les enseñaba un documento firmado por la concejal de Desarrollo Local, Empleo, Turismo y Consumo, Paula Rosa Vera, en el cual quedaba constancia del compromiso entre la empresa y el consistorio por nueve años, pero nada más.
La concejal nacionalista Victoria Casas le preguntó al alcalde por este acuerdo de explotación comercial, pero él le paso la pelota a la misma concejal del grupo de gobierno, que no quiso o no le dio las explicaciones pertinentes y evadió este aparente problema. Hoy mismo y ante la insistencia de un medio de comunicación se han producido tres llamadas al móvil del alcalde, que no contestó al imaginarse de que iba la historia y por miedo al medio y al periodista y otra a la concejalía que lleva este asunto, la cual tampoco se ha querido poner al teléfono y cuando se puso, se sorprendió mucho y dijo que no podía atender las preguntas del periodista que nunca dijo porque hacía esta llamada. Finalmente se hizo el enlace con la empresa en cuestión y su encargado respondió que había un contrato con el Ayuntamiento firmado por la concejal Paula Rosa Vera, sellado y firmado por nueve años y nada más, sin dar más detalles.
Tras estas gestiones los carteles han sido retirados y se ha podido saber que no hubo concurso público y que el contrato que tenía que ser firmado por el alcalde no lo hizo, sino que directamente la concejal, que curiosamente acude a Marbella para traerse esta empresa y no una de Las Palmas, que sería lo lógico. Tanto la concejal nacionalista como los medios interesados están muy interesados en conocer este contrato, porque se firmó y si se cumplió con los trámites que marca la ley y más después de conocerse la recomendación del Parlamento de corregir deficiencias en la gestión municipal.
1 comentario:
Y esto no era cosa de la mancomunidad? Lo digo porque en San Mateo también hay de estos.
Por cierto, ¿dónde están ahora los cartelitos? El de la calle Tenderete se desapareció...
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