18 diciembre 2008

A LA PUERTAS DE UN CENTRO DE SALUD ¿ ME PUEDE TOCAR A MI ?

La noticia del día de hoy en la Villa -en el núcleo político e informativo- probablemente sea el juicio llevado a cabo contra un blog político, pero es un tema que no se pretende abordar de momento en este blog pues en cierta manera uno se siente tan defraudado de la vida política municipal que dedicarle una línea requeriría de medidas higiénicas sanitarias extremas.

El tema que quiero abordar no es noticia, de hecho ni he decidido poner una foto para proteger el anonimato de la persona, pero a buen seguro algunos vecinos de la Villa lo habrán visto sentando día tras día en el banco situado en la entrada del Centro de Salud de Santa Brígida.
En estos días de frío y lluvia cuando regresaba a casa y pasaba por la puerta de entrada del Centro de Salud y vi la primera vez a un señor alto, fuerte, vestido con ropa ligera y de pelo canoso no presté suficiente atención pero día tras día lo veo siempre ahí ocupando el asiento del banco y no creo que sea por gusto.

Ayer en concreto tuve que ir al Centro de Salud y lo vi buscando en las papeleras y como luego entraba al baño.
¿Me pregunto que le habrá pasado a esta persona para acabar así a unos 75 años ?, ¿ una enfermedad depresiva, alcoholismo, abandono, simplemente ha elegido vivir así ?.

Incluso en el peor de los casos que pudiéramos poner nadie merece estar así, no hablo de retirar de la calle a esta persona como un cartón o una bolsa de basura para que nadie lo vea por afear la vista del paisaje natural de la Villa, hablo de ejercer y aplicar efectivamente "la Ley Natural" para cualquier problema social producto de múltiples situaciones y causas.

Igual me estaré equivocando y simplemente sea un estilo de vida que lleve esta persona o al menos quiero pensar eso pero ¿ si no es así ?, ¿ podríamos llegar cualquiera de nosotros a estar así en el futuro ?.
La pobreza real bastantes veces no se manifiesta en la calle mediante personas que se acercan a pedirte -bastantes veces hay picaresca o fines distintos- sino que a veces fruto del orgullo personal de aquellos que han vivido medianamente bien, se encuentran ahora en una situación que no imaginaban y no se atreven a pedir ayuda.
En el término pobreza -en un contexto amplio superior a la economía familiar- cabemos todos y todas y no estamos inmunes a ella, de la misma manera que soñamos con que nos toque la la lotería también nos puede tocar un día estar deambulando en calle.

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