09 noviembre 2007

LA SENTENCIA QUE PROHIBÍA EDIFICAR EN LA ZONA DEL PALMERAL EN SANTA BRÍGIDA NO FUE COMUNICADA NI CONSTA ASIENTO EN LOS REGISTROS MUNICIPALES.

La sentencia que prohibía edificar en la zona de El Palmeral en Santa Brígida no fue comunicada ni consta asiento en los registros municipales
El protagonista absoluto de la jornada en la sede del juzgado número 7 de Las Palmas fue el ex alcalde de Santa Brígida, Carmelo Vega, que por su delicado estado de salud no compareció a esta cita, aunque lo justificó, y sí el resto de los concejales que formaron parte tanto de la comisión de gobierno como de la comisión informativa de Urbanismo que decidió conceder la licencia para la construcción de un edificio en la zona de El Palmeral en el año 2000 y que además está ya construido y terminado, para consternación de la acusación particular que representa a los intereses de los afectados.
Siete años se ha tardado en llegar a este procedimiento Y si hubo un protagonista como decíamos ese fue Carmelo Vega, ese alcalde que ha marcado a sangre y fuego el Ayuntamiento de Santa Brígida y que ha dejado una pesada herencia a Lucas Bravo de Laguna, que ya vivió lo suyo desde que entró en el Ayuntamiento, gracias al favor que le pidió en aquel tiempo, cuando éste tenía 21 años, su padre, José Miguel Bravo de Laguna, a Carmelo Vega, favor del que se ha arrepentido muchísimo el primer edil y que no deja de recordarlo, incluso hasta en alguna sesión plenaria para sorpresa de todos los presentes.
Y lo fue porque la clave del asunto es la sentencia firme que prohibía la concesión de licencias y permisos para construir. Y esa prohibición no se tuvo en cuenta porque a efectos del Ayuntamiento, osea, de la comisión de gobierno e informativa, no había sentencia firme, ni prohibición, porque ésta no llegó nunca al Ayuntamiento satauteño. Eso, no se le dio traslado, desapareció. Es más cuando se le preguntó al secretario de aquella época, que no era el habilitado, metido ya en brega con el alcalde, que le hacía la vida imposible porque su misma existencia era para Vega un problema, sino uno accidental y más manejable, éste dijo que no había ni asiento en los libros y en los registros de entrada de esta sentencia. Y lo que no entra por registro no existe, aunque repose en las gavetas del despacho del alcalde. Por eso todos los integrantes de la comisión de gobierno, excepto, claro está, de Vega, aparentemente no conocían la existencia de esta prohibición, porque no se les comunicó formalmente la existencia de esta resolución judicial.................
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