Lucas Bravo, con las manos en los bolsillos
Mientras empiezan las cantatas y fugas, muchas miradas se concentran en el totiso del alcalde de Santa Brígida, Lucas Bravo de Laguna, que también ha pasado en alguna ocasión por los juzgados a declarar en relación con este famoso centro comercial exento de tasas. Quizás fuera en el juzgado la primera vez que declaró que a él que lo registren, que en los aciagos años de gobierno de su partido, el PP, ejercía de concejal de Hacienda, pero sin firma delegada. Esa situación tan peculiar no fue obstáculo, óbice o valladar para que cobrara su sueldito de liberado del erario público, votara en comandita a todo en las comisiones y los plenos, y hasta aplaudiera con las orejas las cosas de Carmelo Vega y Antonio Díaz. Cuentan los cronistas que un magistrado ya le afeó en sede judicial esa excusa de la firma cuando le dijo que el que dirige el departamento, lo dirige con todas sus consecuencias. A no ser que estuviera yendo cada mañana al Ayuntamiento a pasearse por pasillos y despachos con las manos en los bolsillos. En plan Cantinflas, vamos.
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